Siempre he querido hacer un tratado de política, pero no podría hacerlo, ya que sería vetado de sugerida lectura hasta por los que no leen. Entonces, esto es lo que escribo. Comienzo por interrogar: ¿Te has preguntado realmente para qué sirve la política? Supongo que sí, todo el mundo lo hace, inútil yo de creer esto, aunque lo hice más por cliché. Bueno, y esta: ¿se ha atrevido a relacionar la política con el sexo? creo que aquí sí gané. He encontrado mucha más relación entre estas dos, que la “mesa de la Habana” y la paz. Aunque, esto último, también sonó trillado.
Empecemos.
En el sexo debería existir la química perfecta que te lleve salvajemente a la cama, sin ponerte a pensar en asuntos familiares, de si te conviene o no -seguro lo diría Walter Riso-. Pues, en la política todos deben generar esta misma química con su amante y entregado pueblo, es decir, contigo, si no mira la lista de tantos quemados, unos “x”; y también cómo te han comprado. De esta forma, casi inconsciente, inútil e infame, te acuestan en su suite de imaginarios y te desalojan hasta de la última prenda. Y, al final ¿quién paga la suite? Para no revivir malas experiencias, creamos que es el amante millonario.
Sigamos.
Nos encontramos con una mirada que cautiva, un candidato que parece ser lo más carismático y abrumador posible ¿un Alex Char estaría bien? Bueno, a algunos les falla esto, pero en últimas el asunto es de influencias. Aunque no podría afirmarlo del todo. Y, es que la política en Colombia como en Korea del Norte es algo híbrida, como estimulante a prueba de infartos, ¿muy rara o común? Bueno, al menos lo del carisma sí tendría que ser el primer requisito que debe cumplir todo buen actor porn-político (no encontré otro nombre). No obstante, el empujón del dinero no sobra, una transacción y el cliente está en la cama. Un ejemplo: aquí, en mi adorado pueblo del oriente colombiano, a los alcaldes les llega su mesada por todos los votos recogidos -archivos secretos pero sabidos-. Y, es que hay que reconocer que la “impotencia” por su falta de carisma, tiene sus costos. El dinero, aquí, paga hasta a la viejita que ya no puede ni votar, su sola presencia; algo como el striptis con cierto erotismo, pero sin poder tocar. Ya imaginarás.
Ahora, resulta que como en toda perversión sexual hay fetiches de necesaria complacencia. Y, de lógica hablamos del más común: el sadomasoquismo. Sus principales tácticas son darle látigo al opositor, tapar la boca de algunos y verlos sufrir; escuchar el llanto de la necesidad desenfrenada, la sumisión y la sensación de ser amo y señor. En fin, se ven muchos prototipos de esto en la actualidad. Todos unos actores de la sexcam-política (seguimos aprendiendo nuevos conceptos. Si existe la para-política, uno más no quedaría mal).
Ahora, ¿Cuánto le dura “el ratico” a un actor porn-político? todo depende de cuan larga sea su “virtud”. Algunos tapan huecos, otros los destapan y los dejan con mayor profundidad. No queda ni un orificio virgen. Unos te compran el pastelito y te hacen copropietarios de la franquicia. Otros te nombran líder, para que busques a más y terminen haciendo largas orgías de indeseado e inhumano proselitismo. El hecho es que la sagacidad y habilidades erótico-políticas, juegan un papel vital; no cualquiera se deja comer, ¿cierto?
Algunos que atraviesan el sendero político, lo hacen sólo por una idea narcisista, por sentirse que son amados, por un problema sexo-político. Creen que enamoran y tienen loco a quien se atraviesa, pero la realidad es que el pastelito, ya mencionado, compra más. Y, aún están los que heredan el negocio del placer, podrían llamarse los proxenetas de la política. Ponen al que quieren, venden al otro, y mantienen equiparado el mercado por regiones, incluso nacionalmente. Lo más excitantemente pervertido es que es legal, todo el mundo lo ve, se siente llamado a hacerlo y lo a-prueba.
El hecho es que “el negocito” da plata, poder y mucho placer. El éxito está en que al final no te dejes pillar -¿voyerismo?-, para seguir y seguir con el “aguapoche”, porque con lo del impuesto ya ni para la mermelada habrá.
Consejo si participas: no debes dejarte quedar en la calle, cuando ya los años pasen y tu aroma político pierda valor, o empieces a oler a otras cosas, acuéstate con otro, a todo el mundo le ha funcionado. Pero, más lamentable: los que caen en la cárcel, o quienes llegan exigiendo que respeten su virginidad en el campo político, y no se acuerdan del tamalón que nos hicieron comer.
Ahora, si relacionamos esa política con una cita, saldría toda una osadía la noche, aunque en Colombia serían las mil y una noche del perpetuo sadomasoquismo. El hecho es que quienes no participan de la amada y placentera política, no disfrutan del clímax al que lleva, pero sí deben limpiar el burdel. Y es que cualquier asunto por ser integrantes de la polis, termina siendo un negocio de corrupción. Por eso, lo mejor es ahorrar para poder pagar una noche en otro motel, porque aquí ni putas quedan.
No he terminado. Pensé en unos tips para aumentar el placer y, si tienes alguno más, apúntalo. Esto del sexo es un gran orificio que no se deja llenar.
- De entrada, participe de la política. Sólo aquellos que la han probado, repiten. Contraindicación: causa adicción.
- No se lo dé a cualquiera.
- Busque el prototipo adecuado, no sea que te salga sin paquete.
- No te apresures a terminar, trata de prolongar tu momento.
- Si puedes utilizar potencializadores no lo dudes, de vez en cuando la actividad te puede dejar iniciado.
- Utiliza algo mentolado, los aromas venden.
- Vístete bien, la imagen te llevará a la cama de las sillas del congreso.
- Compre cremas hidratantes, la labor te puede dejar severas quemaduras.
- La lengua es el mejor recurso. Parece que sube al clímax más rápido, según las encuestas.
- Y, en definitiva, asegure su futuro. Utilice condón, no sea que resultes con encargos indeseados.
Todo por el dulce placer de aquello que nos ha dejado años de humanidad, la política, un cuerpo impenetrable.
Y, como dijo un amigo:
“Aquí en Colombia, un expresidente se vino dos veces sobre el país y creo que ha sido el “peor polvo” para los colombianos…”
y recuerda…
¡El placer esta en tus manos! |
Enviado por Johan Andrés Ortiz para Lo Saqué Del Bolsillo
Encuéntralo en su sitio web: Un hablador más; o a través de su cuenta de Twitter: @JoAndresOr
Fotografías:
Playboy Magazine
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