Lo Saqué Del Bolsillo: julio 2015

Pool Fashion Bash 2015

viernes, julio 31, 2015Unknown

WhatsApp: símbolo del declive comunicativo en las relaciones

miércoles, julio 29, 2015catalystxxx

Estaba con mi novia disfrutando el momento, hasta que me dijo:

Novia: Amor présteme su celular, quiero hablar con Sofía (Protejo el nombre para evitar alguna represalia, es una amiga nuestra)

Con un poco de desconfianza, se lo doy…

Al ver que no estaba hablando con “Sofía”, si no que estaba viendo todas las conversaciones, se lo quité y lo guardé mirándola con un gesto de ¿Qué carajos estás viendo?... Al ver mi reacción me dice:

Novia (rabiosa): ¡¿QUÉ ME ESTÁS OCULTANDO?! (Con la cara roja y una mirada penetrante)

Yo: Nada en lo absoluto, no me gusta que me miren el celular. (Y de verdad no le estaba ocultando nada)

Dentro de esa discusión me dijo que hay veces que la dejo con las palomitas azules, que soy muy cortante y que mi última conexión es a las 2 am, preguntándome con quién carajos hablo a esa hora.

En fin no les alargo la discusión, el final fue…

Terminamos y en unas semanas volvimos, como todos los novios.

Les soy sincero: He perdido muchas amistades, encares que hago en la calle y relaciones amorosas por culpa del WhatsApp, por el simple hecho que vivo dejando a la gente “en visto” y no es por dármelas de arrogante, ni por ser un creído. En mi mundo prima la gente que tengo enfrente con la que estoy conversando, y si no estoy haciendo eso, estoy en el trabajo, durmiendo, jugando Battlefield o FIFA; o si no viéndome un partido de fútbol.

El WhatsApp me ha parecido unos de los mejores inventos para nuestros móviles, pero cambio de opinión al ver que la gente es ultra dependiente a su teléfono gracias a esta aplicación.

¿Cómo dañar la relación con una simple aplicación?

Para muchos el mundo gira en torno al WhatsApp, gracias a esta aplicación observan el comportamiento de su pareja, por así decirlo, cosas como:

Va media hora, no me ha hablado y está en línea.
Lo invité a una cervezas y me respondió con un simple ok.
Me despedí de él/ella a la 1 am y su última conexión fue a las 3:30 am ¿Con quién está hablando?

Si eres consciente de que te está pasando algo parecido a lo que nombré, déjame decirte que estás jodido/a y mucho…

¿Por qué se destruyen de esa forma?

Te la pongo fácil:

¿No crees que puede terminarte cualquier día mientras él/ella te escribe las cosas más bellas y sentimentales de este mundo?

¿No crees que puede responderte el mensaje en segundos, mientras le manda fotos en pelota a otro?

También otra forma de dañar la relación amorosa con el WhatsApp es, pidiéndole la “pruebita de amor”. ¿En qué consiste? En darle plena libertad a la pareja para que revise todos los mensajes que le llegan, esto me parece:

LO MÁS ESTÚPIDO DE ESTA VIDA.

Y digo estúpido porque, ¿No creen ustedes que si su pareja le es infiel, borraría los mensajes comprometedores?, pero si le es fiel ¿Qué les va a ocultar? Esto demuestra que tan insegura nuestra pareja, demuestra dependencia, irrespeto, cero confianza y celos incontrolables.

¿Cómo afecta nuestro vínculo social una simple aplicación?

¿No han notado que si van a un restaurante y se fijan en una mesa, tres de cada cuatro personas están más pendientes a su celular que a las personas que tienen al frente? Esto lo considero una falta de respeto gravísima y he dejado a más de una persona plantada por ese simple detallito. Si tanto le interesa la charla con la persona que está chateando, ¿Por qué no salió con esa persona desde un principio? Así se evita dejar como un zapato a la persona que tiene al frente.

Procuremos dejar de a poco esta aplicación, usémosla sólo para lo necesario. Disfrutemos los mejores momentos con nuestra pareja y amigos personalmente y no por chat.

Volvamos a entablar conversaciones reales sin tener un celular en la mano.

Dejemos de ser dependientes a una aplicación que puede destruirnos la vida.

Enviado por catalystxxx para Lo Saqué Del Bolsillo

Fotografías:

Anna Garcia
Ruben S.

Daslav

#CajaDeLetras Destino featured

Los Hilos del Destino

miércoles, julio 22, 2015Bolsillo Público

Antes de partir, le dedicó una última mirada. Ni una sonrisa, ni un gesto, solo unos ojos vacíos.

“Es lo mejor”, repetía para sus adentros, mientras él abordaba la plataforma que lo llevaría a aquel país del que ella había oído nombrar tan pocas veces. Siete, para ser exactos. Ahora se acordaría de ese lugar para siempre, como si lo tuviese tatuado en la piel.

Él levanta la mano y la saluda desde lejos. Tampoco sonríe, pero parece feliz, o al menos ella trata de convencerse de eso. Su cuerpo quiere devolverle el saludo, pero sus brazos no le responden y quedan colgados inmóviles a los costados de su minúscula figura.

“Es lo mejor”, se vuelve a repetir, mordiéndose los labios y el alma para no llorar. No quería que esa fuese la última imagen que él tuviese de ella. No podía permitírselo nunca, y menos aún en un día como el de hoy. Por un fugaz momento se imagina corriendo hacia él para pedirle que no se vaya, pero enseguida la realidad le hace desvanecer la fantasía.

Él da un paso y luego otro. Sus pies parecen pesados, casi como si los obligara a avanzar. Le dedica una última mirada a la mujer parada a esos escasos metros. Está cerca, pero al mismo tiempo nunca la tuvo tan lejos. Si tan sólo ella corriese y le dijese que no importa…. Pero prefiere pensar que irse lejos y no volver es lo mejor. Al fin y al cabo es lo que ella quería, y estaba aceptando su petición casi como una orden, como siempre hacía. Nunca quería verla infeliz, y si su presencia le molestaba estaba dispuesto a irse a donde sea.

Su amor era perfectamente asincrónico: cuando pudieron estar juntos, ella decidió por la mejor opción, la que querían sus padres: el amor típico, estable, y predecible. Él optó por amores fugaces… cuando ambos se dieron cuenta de que no podían estar separados, ya era tarde. El tiempo de jugar a los amantes locos ya había terminado y había que tomar una decisión radical.

Y él se va. Sigue caminando por aquel pasillo para subirse a ese avión que lo llevará a ese país en el que hablan otro idioma que él aún está aprendiendo a pronunciar.

Se fue. Ella se queda parada allí como en un trance. La razón le dice que es lo mejor, pero su cuerpo y su alma lo reclaman. Sabía que esto nunca hubiese pasado si no hubiese tomado las decisiones equivocadas en los momentos más inoportunos. Todo esto es su culpa y es consciente, pero ahora no quería pensar en eso. Se lo imagina subiendo en aquel avión, ubicándose en su asiento, mirando por la ventana como siempre le gustaba hacer. Los recuerdos la invaden, y con un suspiro las memorias que tanto había querido olvidar, reviven: las locuras que habían cometido cuando eran adolescentes, las tardes en el colegio, los besos robados y no tanto… Nunca había sido tan feliz como en esos tiempos en los que nada le importaba lo que piensen los demás y actuaba, sin pensar si era lo mejor o lo correcto.

Cuando cayó en la realidad, estaba empapada de lágrimas. A él no le gustaba verla llorar, se lo había dicho cada vez que la había consolado porque había discutido con su madre, o porque su padre la castigaba porque había reprobado el examen de geometría. Pero había pasado tanto tiempo de eso que casi le parecía que le había sucedido a otra persona.

Secó sus lágrimas con el pañuelo perfectamente doblado, planchado y perfumado que tenía siempre en su bolsillo derecho. Olía a violetas, su perfume preferido y con el que parecía haber nacido.

Eso fue todo. Era lo máximo que se pudo haber permitido. Se dirigió al toilette, lavó su cara y sus manos y retocó su maquillaje, mientras se convencía de que no iba a derramar una sola lágrima más por él. Hasta ahí había sido su duelo. “Es lo mejor”, se repetía.

Su alma le decía que estaba equivocada, pero como siempre había hecho durante toda su vida, escuchó a su mente y sofocó los gritos del corazón.

Se miró al enorme espejo. Perfecta. Nadie nunca hubiese adivinado que hasta hace unos segundos era un mar de lágrimas.

Salió del aeropuerto y se dirigió al estacionamiento donde estaba aparcado su pulcrísimo auto último modelo. ¿Y si ese avión que pasaba sobre su cabeza en ese momento era el que lo llevaba lejos? ¿Y si él ahora estaba pensando en ella? Apartó esos pensamientos de su mente, mientras buscaba las llaves en su cartera.

Su familia la esperaba. Su perfecto marido y sus perfectos hijos, que parecían sacados de una propaganda de galletitas.

Subió al auto. ¿Cómo es que se le había ocurrido que la despedida iba a ser tan fácil? Se sentía vacía, como si una parte suya estuviese a bordo de ese avión. ¿Se puede amar a alguien para siempre? Ahora ella pensaba que sí.

Puso en marcha el auto y salió.

Mientras manejaba pensaba en su marido y en él, que ya seguramente estaba vaya Dios a saber dónde. Quería a su esposo y era feliz a su lado, pero esa felicidad era frágil y de papel, que fácilmente podía incendiarse y extinguirse con el sólo recuerdo de su otro amor. Por otro lado, el amor de él era brillante y hermoso, de esos amores que no tienen una forma definida y que se disfrutan mientras duran, como los fuegos artificiales: a veces, amigo; a veces, amante; a veces… siempre a veces, y nunca para siempre.

Las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente. Cuando la luz se puso en verde, giró a la derecha y estacionó. No era correcto conducir en ese estado. Apoyó la cabeza en el volante de su perfecto auto y no hizo más que llorar.

Se odiaba por hacer siempre lo mejor, por no saber arriesgarse y por no permitirse ser feliz.

¿Pero qué podía hacer ahora, que ya no era esa quinceañera que actuaba sin pensar dos veces? ¿Qué podía hacer ahora que todos los recuerdos de una vida realmente feliz estaban mil metros sobre su cabeza, para ir a un país desconocido y ya jamás volver?

Pero por sobre todas las cosas, odiaba no estar en ese avión junto a él ahora.

“¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?...”, no paraba de hacerse la misma pregunta, aunque la respuesta ya la sabía. Su alma ahora volaba a decenas de metros sobre el suelo. Le pareció un pensamiento bonito y bastante acertado. Él era su alma. Y ahora ella no era más que un títere cuyos hilos eran movidos por la felicidad de los demás.

Quiso recordarlo siempre así, como su alma, como todo lo que debió haber sido y no fue… el recuerdo de ella a los quince, escapándose por la ventana de su casa para salir de noche con él; de su cabeza apoyada delicadamente en su hombro; de los cigarrillos que fumaban a escondidas; de los recreos del colegio; de sus primeras citas; del primer beso; de la primera vez…

Quiso que él y ese maldito avión se llevaran todo eso. Que se lo arrancaran de raíz. ¿Se puede morir por amor? Prefirió no pensar en la respuesta y concentrarse en exorcizar todas las memorias de su cuerpo.

Y así, lentamente se dejó ir. Salió del auto y voló cientos de metros. Una tijera invisible cortó los hilos del títere, mientras su cuerpo se fue transformando otra vez en aquella adolescente. Por primera vez se dio cuenta de que en la mano llevaba un hilo que no era como los demás: era rojo, brillante, y estaba vivo. Siempre lo había llevado, pero los otros hilos habían hecho que no sea consciente de él. Sonrió y se aferró a esa fantasía. Sabía lo que significaba, pero no le importó.

Siguió subiendo guiada por el hilo rojo, hasta encontrarse con el avión. Allí arriba lo vio: Ahora él también era un adolescente, y en su mano tenía el otro extremo del hilo rojo. Lo encontró mirando por la ventanilla, como ya sabía que lo encontraría. Le devolvió la mirada y la sonrisa, y por primera vez en mucho tiempo fue egoístamente feliz.

A la mañana siguiente, el cuerpo de una mujer fue encontrado en su auto; con la cabeza apoyada en el volante, y una sonrisa en los labios.

Enviado por Selene Amador para Lo Saqué Del Bolsillo.

Encuentrala en Instagram con @seleneamador, o en su página web http://selene-es-escritora.tumblr.com

20 de julio colombia fiesta patria

Feliz día mi Patria Boba: Resumen de 205 años violentos.

lunes, julio 20, 2015catalystxxx

Un recorrido breve de nuestra historia llena de guerra y de patria boba, 205 años violentos que aún no se acaban. Aquí estamos en busca de darle cabida a la paz.

Según lo que nos cuentan todo empezó por un florero, el chapetón José Llorente se negó a prestarle el florero a Luis de Rubio con la expresión: Me cago en los criollos, a partir de ahí empezó la reyerta y lo demás todos lo sabemos...

Después de la independencia de Colombia, el país vivió varias guerras civiles donde se caracterizaron las guerrillas, los dos bloques enfrentados: conservadores y liberales; y la iglesia católica que ha jugado un papel importante, teniendo pues los conservadores el ideal de: Dios, patria y familia, mientras que los liberales se identificaban con los ideales de la revolución francesa (Liberté, égalité, fraternité), pensaban que la iglesia era un obstáculo en el progreso del país.

Las principales causas de estos conflictos fueron:

La ambición de los dirigentes.
Cuando un partido político llegaba al poder hacía lo imposible para que el otro no pudiera obtener un cargo público.
La pobreza se agudizó ya que había mucha injusticia social y política.
Los elitistas hacían negocios bélicos con estas guerras civiles.

Uno de los primeros conflictos fue la patria boba (1812-1815) donde los criollos se dividieron entre los centralistas: Querían que el poder se manejara desde Bogotá; y los federalistas: Proponían que las provincias fueran autónomas en su forma de gobernar (Estilo U.S.A.).

Luego viene la guerra de Los supremos (1839-1841) donde los sacerdotes se oponían a la orden del congreso de disolver los conventos que albergaban a menos de ocho religiosos, esta orden fue aprovechada por los caudillos del sur (Los supremos), que buscaban hacer oposición al gobierno.

Terminada la guerra de Los supremos Colombia vive una tensa calma, pero de 1851 a 1895 el país vive varias guerras civiles donde terratenientes conservadores caucanos se opusieron a reformas liberales de José Hilario López (Guerra Civil 1851). En 1854 hubo un golpe de estado contra José María Obando por parte de José María Melo, quien no aceptó su derrota (Guerra civil 1854). En 1862 liberales radicales tomaron las armas contra el gobierno y llegaron triunfantes a Bogotá, tomaron el poder e impusieron la famosa Constitución de 1863 o Constitución de Rionegro.

Fueron muchos los conflictos armados que vivió el país por “culpa” de los liberales y conservadores, salíamos de una guerra y comenzábamos otra, pero en 1899 ocurrió el mayor conflicto civil que se ha dado en el país: La guerra de los mil días.

Niños soldados en la guerra de los mil días. L’Illustration 1902.

Un conflicto donde los liberales se revelaron, como era normal en estas épocas, y en el que cien mil colombianos entregaron sus vidas (La población del país era de cinco millones de habitantes), prevalecieron combates intensos, por ejemplo la Batalla de Peralonso. El conflicto fue apoyado por un lado por Venezuela, Ecuador y Nicaragua quienes apoyaban a los liberales, y por el otro por USA que estaba del lado de los conservadores.

Unas de las consecuencias de esta guerra fue la pérdida de Panamá en 1903, esta es una

tragedia histórica de la que los Colombianos todavía no sentimos lo que significó ese arrebato.

De 1948 hasta 1958 Colombia vivió un periodo muy violento llamado La Violencia, donde liberales y conservadores se enfrentaron, en este periodo también se armaron varios grupos “paramilitares” como Los Chulavitas y Los Pájaros. El “detonador” de esta época fue el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán candidato presidencial de los liberales ocurrido el 9 de Abril de 1948, este hecho se llamó el Bogotazo y desencadenó una serie de protestas, actos violentos y atroces en la ciudad de Bogotá.

Centro de Bogotá destruido por disturbios.

En 1953 Gustavo Rojas Pinilla se tomó el poder gracias a un golpe de estado en contra de Laureano Gómez. Este gobierno estaba avalado por muchos miembros de la sociedad colombiana y por el mismo ejército; en 1957 con el fin de acabar “la violencia” se formó el frente nacional, donde los partidos políticos se alternaban el poder.

Pero hubo sectores comunistas que no entregaron las armas en 1957 y se refugiaron en las cordilleras, exactamente en el sur del Tolima, escapando de las autoridades y formando la República de Marquetalia por las FARC. Desde los años 60 hasta hoy en la actualidad Colombia vive un conflicto armado entre Guerrilleros comunistas (FARC-ELN-EPL), grupos de autodefensas y el estado Colombiano.

Bueno sí, ¿y luego esto que tiene que ver con nosotros?

Desde 1810 no hemos tenido ni un solo momento de paz.

Somos violentos por naturaleza, es solo ver nuestro pasado y caer en cuenta que salimos de una guerra y empezamos otra, ¿y eso por qué sucede? porque no sabemos sentar las bases de una paz duradera, siempre se hace la paz a medias sin importar los intereses de las otras partes e imponiendo nuestras bases a la fuerza. ¿No lo creen?

Nos indignamos por ataques que hacen las FARC contra el ejército, pero nos alegramos cuando el ejército reporta bajas guerrilleras. ¿Acaso la vida de los guerrilleros no nos importan? Esta es la doble moralidad que mata igual que un fusil, con este pensamiento no llegaremos a ningún lado.

Tal vez la indignación se deba a la desinformación. Los medios no aportan, no quieren que la gente sepa que es lo que se está tratando en el proceso de paz. Hice este experimento con varios conocidos y 7 de cada 10 amigos/conocidos/compañeros no saben con claridad qué puntos se están tratando; van como corderitos diciendo “Queremos guerra, no negociamos con terroristas” Entonces, ¿qué esperan? Alístense al ejército y vayan a la guerra. Si quiere guerra vaya y defienda sus ideales; no sé porqué están cansados de tres años de proceso de paz y no de doscientos años en guerra. O lo que es peor: Creyeron en un falso proceso de paz (Desmovilización de los paramilitares) donde no se sentaron las bases para una verdadera paz y en el que ahora esos grupos paramilitares están en la delincuencia común, eso es lo que no quiere el gobierno actual en este proceso.

And (escritora de Lo saqué del bolsillo) habló en un conversatorio sobre algo que encontró en los medios nacionales: “(...) Hace unos días leí en el periódico El Tiempo lo siguiente: “Proceso no está en crisis, la negociación continuará”; esto bajo el siguiente titular: “De vuelta al diálogo en medio de la guerra” justo al lado de una noticia sobre personas que sufren los desastres naturales y con un especial de 8 páginas con el siguiente título “El Expresidente Álvaro Uribe Vélez ante la Corte Suprema de Justicia” que incluía renglones que él mismo escribió para la Corte Suprema de Justicia, justificando y apelando a su inocencia. Entre todo, no existe desde que empezaron los diálogos, una sola noticia, un solo elemento audiovisual que diga exactamente qué pasa en los diálogos de paz en la Habana, Cuba. Y me preguntó ¿Cómo vamos a creer en una paz si no sabemos ni qué están dialogando otros por nosotros? ¿Como vamos a construir paz si no sabemos qué es lo que se está negociando? (...) Jaime Garzón tuvo siempre la razón: “Como no sabemos quiénes somos nos comemos las ideas de los medios.” (...)”

Señores lectores, es la hora de sentar las bases para una paz duradera, pero el proceso enfrenta muchas trabas: Las FARC no quiere colaborar, el pueblo tampoco, gente con poder político-económico que no les favorece este proceso hacen lo imposible para que este no se firme.

Debemos de tener en cuenta que la paz no es sólo en La Habana, la paz se trata de respetar la dignidad del otro ser humano así no piense o sienta igual que nosotros.

Se deben reparar a las víctimas en este conflicto, se debe establecer una desmovilización y reintegración a la vida civil y se debe hacer cuanto antes la comisión de la verdad y esclarecimiento del conflicto, pero para que Colombia tenga una paz duradera debe haber algo: perdón y olvido. Un borrón y cuenta nueva, donde las partes Gobierno, FARC, y sobretodo el pueblo, se comprometan a trabajar por una nueva Colombia.

No sigamos viviendo la nueva patria boba: Guerra vs Paz, Izquierda vs Derecha, Progresismo vs Derecha. No polarizemos más al país, algo que veo inconcebible pero es la realidad: Hay gente que quiere guerra.

“Démosle una oportunidad a la paz.” - John Lennon 1969

Referencias bibliograficas:

Gran enciclopedia de Colombia: Historia 2 y 3 de la biblioteca de El Tiempo.

http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/william-ospina/columna156364-violencia-y-sus-causas

https://es.wikipedia.org/wiki/Separaci%C3%B3n_de_Panam%C3%A1_de_Colombia

http://www.todacolombia.com/historia-de-colombia/20-de-julio-de-1810.html

Lecturas recomendadas:
El Buen Colombiano

Videos Recomendados:

Give peace a chance - John Lennon

#Bolsillo Público Chocoramo colombia

Chocoramo: Sabor Colombiano

viernes, julio 17, 2015Bolsillo Público

Colombia, un país lleno de diversidad cultural, desde la música hasta en la gastronomía. cada región de nuestro multifacético país lleva diferentes tipos de comidas; desde el platillo llamado por los magdalenenses como cayeye, que es guineo verde en puré con mantequilla y queso, hasta la bandeja paisa, plato bastante completo típico de Medellín. En nuestro país, nadie se puede quejar de la variedad turística de alimentos ni de las historias que llevan detrás cada comida; pero hablando de productos alimenticios típicos que unifican todo un país ¿Que le podríamos recomendar a un extranjero?

Lastimosamente, la globalización y el alto poder de las marcas globales, nos han hecho desprender de una forma parcial de elementos icónicos de nuestros productos patrimoniales, gastronómicamente hablando muchos jóvenes prefieren salir a comerse una hamburguesa de McDonalds que disfrutar de un delicioso ajiaco recien hecho. No solo en nuestras elecciones a la hora de salir a comer sino a la hora de escoger ingredientes para elaborar nuestros productos. Entonces volviendo a la pregunta primera; si un extranjero viene a nuestro país y quiere comer un producto de marca netamente colombiana ¿Que le podríamos recomendar? Hay un producto hecho casi que de forma accidental por una pareja de boyacenses que se volvió famoso desde los años 50's hasta la actualidad, este producto colombiano se llama Chocoramo.

Antes de comenzar, no solo hablaré de los sentimientos que despierta el Chocoramo; sino también ilustrar a todas esas personas que de repente se les olvida que usan productos americanos, japoneses, franceses, etc y se ponen a armar berrinche del por qué el Chocoramo untable tiene ingredientes canadienses.

Semejanza del Chocoramo en otras marcas americanas: El Chocoramo a parte de ser una marca netamente colombiana, guarda celosamente su receta secreta al igual que Coca Cola, Pepsi cola, Burguer King o Mc Donalds. Cada trabajador hace un compromiso por contrato de no revelar o mencionar nada respecto a la dichosa preparación ni a los ingredientes que se maneja. El top of mind de la marca Chocoramo ha sido igual de grande que marcas como Fab o Colgate en la manera como los colombianos mencionan o valoran un producto, otras marcas que han querido hacer productos similares a esta torta rectangular no consiguen el mismo posicionamiento en nuestro país, el ejemplo más claro es la torta de la línea de productos Bimbo llamada Chocoso; por mucho que sea su esfuerzo, la mayoría de colombianos prefieren en su paladar el sabor de tradición del Chocoramo, incluso, muchos no recuerdan el nombre ''Chocoso''. Es un orgullo tener un producto el cual se exporte en países como Estados Unidos y España dicho por la revista Dinero;

No solo es una torta de chocolate: La estrategia de marketing de este producto no nos vende simplemente una torta de chocolate, nos vende recuerdos, nos vende momentos, nos vende infancia. En lo personal, podría afirmar que a los jóvenes de mi generación no les faltaba un Chocoramo en sus loncheras, con una bolsa de Tampico o la Pony Malta. Muchos de los jóvenes o padres de la actualidad, vemos el producto y lo compramos no solo por su sabor sino para sentir un poco de la esencia de nuestra infancia en el estómago. Es increíble cómo algunas personas olvidan este tipo de cosas ¿Que hacían en su infancia?

¿Cómo disfrutas tu Chocoramo?: ¿A quién no se le ha ocurrido comer Chocoramo con helado? Si eres una persona amante de los dulces, los postres y no sufres de diabetes este pequeño párrafo es para ti. No hay nada tan delicioso como untar un poco de arequipe encima de esta deliciosa torta mientras se toma un vaso de leche; no solo arequipe, también mantequilla de maní o Nutella que ahora están sacando un nuevo y controversial producto que le hará competencia, que en lo personal sería su fan número uno ¿A quien no se le ha ocurrido comer Chocoramo con Doritos y queso cheddar? ¿Quién no ha comido Chocoramo acompañado de un Bon Yurt?

Chocoramo al estilo Nutella: Aunque no haya visto este producto aún, he leído una que otra crítica al respecto y diría lo siguiente; es un poco hipócrita y cínico tener que expresarse con una falsa decepción respecto a que un producto tenga ingredientes canadienses. “Estamos en una primera etapa en la que no es viable producirlo en Colombia dadas las restricciones de capacidad instalada” Dicho por el director Santiago Molano para la revista Pulzo. Lo más triste de esta situación es que el chocolate hasta donde se tiene entendido sale más económico comprarlo en otros países que en la misma industria colombiana ¿Aún creen que se puede armar pataleta por un producto ‘’Híbrido’’?

Marcas americanas tienen piezas, ingredientes o mano de obra de otros países ¿Cómo podremos ponernos berrinchudos por un ingrediente canadiense en el nuevo Chocoramo para untar, cuando todas las marcas tienen algo de mano o material de otros países? Marcas internacionales compran de nuestros ingredientes para sus alimentos, materia prima para su máquinas y hasta mano de obra para solo transportarlos y que ellos pongan su firma, hacerlo más caro por un supuesto “valor agregado” y que muchos de nosotros estemos dejando de comer para comprarlo ¿Aún tienes ‘’decepción’’ por volverte un consumidor de un producto ‘’Colombo-Canadiense’’? Así como han habido personas inconformes con el nuevo producto sin haber siquiera salido, también habemos muchos de nosotros impacientes por ver ese tarro de Chocoramo para untar en nuestra cocina, sin importar la dieta.

Más colombiano que comer Chocoramo: Este ponqué creado sin ánimo de lucro, cuando el fundador llevaba esta torta para sus compañeros de trabajo ya que ellos estaban encantados de la buena mano de su esposa, empezó a extenderse cuando la señora esposa del comerciante empezó a untar chocolate con la receta secreta de su madre; el ponqué empezó a ser tan popular que muy pronto el fundador se vio a la tarea de dejar su trabajo para poder seguir con el negocio que hasta ahora sigue siendo rentable. Un producto que ha visto varias etapas tanto buenas como trágicas de nuestro país. Una torta que ha estado en nuestra nevera y en nuestra cocina igual de veces que el ajo o el caldo Maggi, el Chocoramo hace parte de nuestro patrimonio cultural al igual que la cumbia o el paseo de olla. Espero que este corto resumen les haya ayudado a saber de dónde viene el producto, porque apuesto que muchos no lo sabían.

Estos son los puntos dados para exponer de este delicioso manjar y de su nuevo controversial producto, no me importa si el ingrediente viene de Canadá o de la China, lo que me interesa es quitarme la curiosidad por probarlo. Porque si soy de las que usó computador, tablet, jeans de marcas "internacionales" ¿Para qué ser tan hipócrita de molestarme por un producto colombo canadiense?

Enviado por Anna Garcia para Lo Saqué Del Bolsillo

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Lecturas Recomendadas:

Por estas razones, Chocoramo para untar se fabrica en Canadá con recetas choconacionales

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Ramo Hitos (Historia de la Organización Ramo, Compañía Colombiana)
Los Puros Criollos/ El Chocoramo

Fotografias:
Anna Garcia
Vox Populi
El Colombiano