Le dije a mi amigo:
-Pasa el trago, (Trago profundo seguido de un suspiro)
Esa canción pone mi alma en fuego, me hace acordar a ella… A esa adorable mujer.
Sus ojos son como el centro del huracán.
Sus dientes como diamantes.
Sus labios como rubís.
Esa mujer que me puso a soñar con sus abrazos, su mirada que es mi calma en la tempestad, ahora veo como me voy quemando y destruyendo una vez más.
Ahora soy un caminante nocturno… ese mismo que tiene la mirada sobria y penetrante,
Ese mismo que piensa que el borrón y cuenta nueva no existe, porque ya lleva buen camino.
Ese mismo que busca y no espera.
Ese que es impredecible y que ahora será una sombra, un rumor, un misterio…
Ese mismo que si fuera un buen hombre contigo, te amaría más de lo que te amó.
Ese mismo que si estuviera solo, lloraría.
Ese mismo que sabe que el camino hacia a la felicidad está empedrado de errores dolorosos y lecciones.
Ese mismo, al que le diste tu receta secreta para vivir el amor como algo único, esa era la receta que andaba buscando.
Ese mismo que te demostró todo su amor de la forma más sincera y poco convencional.
Ese mismo que sentía como si estuviera guiando un ciego, mientras guardaba la esperanza de que algún día se diera cuenta de la luz que brillaba en sus ojos marrones que lo volvieron loco.
Ese mismo que nunca perdió la esperanza de ver brillar sus ojos.
Ese mismo que a partir de ahora no mirará atrás, no se preguntará los por qué, mirará hacia adelante y se preguntará ¿por qué no?
Ese mismo que pidió perdón, pero que dejaste ahogar en sus lágrimas.
No, no lo salvaste…
O acaso…
¿Crees que podrías cambiar el estoicismo por el sufrimiento?
¿La tranquilidad por el dolor?
¿Podrías distinguir la libertad de amar entre encadenar tu alma?
¿La verdad entre la mentira?
Nos obligaron a cambiar nuestros sueños por pesadillas.
A no soltar del todo nuestro pasado.
Cambiar amor por desencanto.
Cambiar lucha por confort.
Cómo desearía que estuvieras aquí…
Somos tan solo dos personas errantes deambulando, día tras día, año tras año; corriendo en círculos una y otra vez, encontrando los mismos miedos, los mismos errores una y otra vez.
Ojalá estuvieras aquí…
Pero, será hasta la próxima…
Hasta la próxima vez que digamos adiós.
Hasta el próximo beso.
Hasta la próxima vez que nuestras miradas se crucen.
Hasta que el universo conspire a nuestro favor.
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