Es muy difícil poder recordar lo que nuestro cerebro procesa mientras dormimos. Los sueños son en realidad muy difíciles de recordar, pero durante esta semana fui escribiendo en pequeñas notas lo que se venía a mi mente con respecto al sueño.
Todo comienza en un edificio que tenía muchas oficinas con gigantescos ventanales tan limpios que difícilmente se podrían diferenciar los pasillos. Me hallaba con un grupo de amigos cuyos rostros no reconozco , de un momento a otro me he separado del grupo porque me causó curiosidad ver a un niño solo, llorando en una fuente. Al acercarme a él le pregunté qué hacía solo, sin embargo no recuerdo haber dicho ni una palabra, cuando me llevó de su mano hacia lo más alto del edificio; mientras caminábamos, en el sueño sentía que su piel era tan delicada que se iban quedando pedazos en mis manos. Un vigilante apareció y de un momento a otro se dirigió hacia mí diciendo: “Es normal que aparezca ese niño, sólo mucho cuidado que no es el único”. En ese momento entre los ventanales vi muchos otros niños, no logré ver sus ojos, pero todos eran delgados, no tenían cabello, no tenían dientes, estaban vestidos solamente con una túnica gris... De verdad sentía mucho miedo y temor (algo normal en una pesadilla), no podía despertar pero en el mismo sueño estaba hecho todo un valiente, al estar en lo más alto del edificio me dice el niño: “Tienes sólo una oportunidad”, en ese momento me arrojó hacia el vacío y fui cayendo hasta un techo en vidrio, que atravesé rompiendo cortándome todo el rostro, terminé cayendo sobre una camilla, pero mi cuerpo carecía de masa y más que eso nadie podía percibir mi presencia, sin embargo escuché nuevamente la voz del niño: “Tienes sólo una oportunidad”, giré mi cabeza y vi lo que yo llamo mi “Mamá” sosteniendo a un niño en sus brazos. Procuré por lo menos hacer algo para tocarlos a ambos, mientras ella lo besaba y lo acariciaba de la manera más delicada, en ese momento, volví a caer en los vidrios del techo pero esta vez, mi “Mamá", lloraba sostenía a un niño con un color de piel negra y seca, parecía que no se inmutaba por muchos movimientos que se le realizaran, en ese momento las lágrimas brotaron de mis ojos y me desperté con el corazón acelerado y sin poder conciliar nuevamente el sueño.
La semana ha pasado y me he sentido intrigado, ¿Qué significa el sueño? ¿Es una señal? ¿Sólo es un producto de la mente humana? Las preguntas llegan a mi cada vez que recuerdo el episodio, pero de algo sí estoy seguro y es que es la primera vez que recuerdo un sueño tan claro.
Enviado por Moisés Martinez para Lo Saqué Del Bolsillo.
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