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Estabilidad: Confesiones de una joven cristiana
jueves, agosto 06, 2015Bolsillo PúblicoNo es una vida perfecta, no hay tal estabilidad. No existe el modelo de padres ejemplares, no están los hermanos ejemplares, ni siquiera yo soy o seré el modelo ejemplar de hija o hermana, incluso dudo que sea tan perfecta en el rol de madre como mi madre.
Soy cristiana porque creo en Jesús. Y trato con todas mis ganas y pasión de ser mejor, de ajustarme a las normas, no pecar y ser un modelo. Aunque todavía soy grosera, miento, morboseo y tengo ganas de acostarme con un sexy cristiano (que estoy segura que también quiere conmigo). No me gusta encasillar a las personas por cierto tipos de comportamiento, pero haciendo esto (según la mayoría de amigos y familiares) soy juiciosa, con algunas deficiencias que se están perfeccionando pero al fin y al cabo juiciosa: no bebo, no fumo, no robo, no fornico, estudio y casi no le doy dolores de cabeza a mí mamá.
Pero hay situaciones que me están matando la cabeza ahora mismo, y estoy casi segura que no soy la única que se estresa por ellos:
1. Mente: no debo pensar en lo que pienso, es sencillamente indigno. Quizás la indigna sea yo. Imaginarse a un hombre encima de mí, haciendo quién sabe qué cosas es indigno. Pero También lo es no estar de acuerdo con la religiosidad, eso también es indigno.
2. Dicho: no puedo decir lo que pienso, es sencillamente grosero y vulgar. No señor, no puedo decirte: “qué sexy te ves sin camisa”, o “me imagino qué grande es lo que tienes debajo de ese bóxer”. Es indigno.
3. Cuerpo: no puedo mostrar nada que me haga ver sexy (lo cual es complicado porque soy una mujer voluptuosa y con atributos) por ende tengo que cuidar mi vestimenta, nada ajustado, o no, nada corto, o largo, que no se vea mi pecho, o trasero, o espalda, si es jean está mal y si es un pantalón también. Ni siquiera puedo tomarme una foto con mi cara seria porque me veo atrevida. Por ende no se molesten cuando me vean con un hijab y un jilbab (velo y vestido largo, usados por las musulmanas, respectivamente) de juego y fotos de mi codo en todas mis redes sociales. j
4. Físico: esta es por mí voluptuosidad. Estoy cansada de que me digan si estoy gorda o delgada, discusiones sobre si me veo vulgar o no con el cuerpo que Dios me dio. Las mujeres nos cansamos. No me molesta mi cuerpo, al contrario, lo amo. Soy yo, es mío. Si quieres ver algo que no soy yo, entonces voltea.
5. Inseguridad: tengo serios problemas de inseguridad, lo admito. Y es su culpa: la de mi madre, la de mi familia. No me siento segura con lo que soy y eso es duro. He desaprovechado cientos de oportunidades y he dejado de hacer miles de cosas por miedo. Por insegura. Me criaron así. He intentado seriamente soltarme pero no puedo. Los días donde crece mi inseguridad me maquillo como reina y me visto espectacular, los días que soy un poco segura me visto como un macho. Son los mejores días. O no.
6. Esta es por ti: todavía no he superado ese proceso. Todavía estoy dolida porque te largaste. Solo era una niña. No puedo ser el pilar de una familia. No puedo. Es duro no saber qué hacer cuando las situaciones se ponen peludas. Porque están peludas. Las personas creen que si ignoran las situaciones se desvanecerán. Lo siento, eso no es así, siguen ahí. Y a veces es más duro sí solo se dejan.
No pretendas que no hable, que no comente o que me queje de algo por lo que estoy viviendo. Porque soy yo, me afecta y si lo expreso me siento mejor. Mucho mejor.
7. Apariencia: señoras y señores: soy una mierda ahora mismo. Aunque ustedes me miren y vean una linda sonrisa de señorita feliz. No lo soy. Estoy turbada, estresada y quiero halarme los cabellos. Correr desnuda por la calle y recoger basura. Sí, hacer cosas de loca, de pronto tenga indicios de locura, me da igual.
8. Tú: a veces somos estúpidas, hay que aceptarlo. O bueno a veces soy muy estúpida. Cariño, te entregué lo mejor de mí y tú solo me dices que estás bien con eso.
9. Envidia: ella es más hermosa, carismática, fuerte y valiente que yo. Así es mi mamá. Así es ella. Tal vez es mi modelo a seguir, tal vez solo quiero hacerla feliz. Se merece que alguien la haga feliz.
10. Cristo: Mi Dios es más que todo eso. Es la única razón por la que sigo de pie, no por la religión, pero sí por Él. Estabilidad.
Ahora sí critíquenme.
Enviado por Aiden F. para Lo Saqué Del Bolsillo
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