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El fascinante mundo de la procrastinación y tú.
viernes, febrero 27, 2015fabioxlpTodos hemos procrastinado alguna vez. Si todavía, joven lector, no conoce el significado de esta expresión tan peculiarmente “cotidiana”, con gusto después de unas cuantas líneas le confiaremos su significado, puesto que asumo con una atrevida autoridad, que si se encuentra en el rango de edad de 15 a 21 años, sea todo un experto empírico en el tema.
La palabra “procrastinar`” viene del latín pro (adelante), y crastinus (referente al futuro) Pero si considera que procrastinar, es el acto humano de planificar a futuro (valga la redundancia) un ciclo determinado de actividades, le tengo malas noticias. De hecho, en el proceso educativo actual, la procrastinación es un acto común, del día a día, impregnado en nuestro subconsciente colectivo, que a fin de cuentas no es que sea perezoso, no, es que mantiene un flujo de dispersión que maneja factores prioritarios muy extravagantes, que para nuestras contrapartes contemporáneas, que sí son productivas, les parece muy molesto.
Procrastinar no es otra cosa que dejar de hacer algo que deberías estar haciendo en el momento, por hacer otra actividad completamente distinta aludiendo la falta de urgencia o prioridad de la primera.
(1)*
Para un estudiante de escuela, es dejar de hacer la tarea por revisar Facebook toda la tarde.
Para el estudiante universitario, es dejar de hacer los deberes por revisar Facebook, toda la tarde.
Para el empleado a tiempo completo, es dejar de hacer lo que debe, por revisar Facebook, toda la mañana.
Si durante alguna de las tres líneas anteriores, usted soltó una pequeña sonrisa, ¡Felicidades!, es un procrastinador más. Pero no hay de qué avergonzarse, es algo completamente natural inherente al ser humano.
(2)*
Fuente:Cinismo Ilustrado |
¿Por qué procrastinamos?
Si fuera a responder esta pregunta de la manera más minimalista posible sería a través de dos palabras: soberbia y distracción.
Soberbia: Sobre-estimamos nuestras habilidades.
El porqué dejamos trabajo importante para otro momento cuando somos completamente capaces de realizarlo, es porque tendemos a restarle importancia, “es algo muy trivial”, “podría hacerlo después en menos tiempo”. Al no tener a nadie presionándonos a hacer lo que debemos, solo contamos con nuestras ganas de pasarlo lo mejor posible con la menor cantidad de esfuerzo para tomar nuestras decisiones. Este fenómeno es conocido por muchos, grosso modo, “la ley del mínimo esfuerzo”
(3)*
Nunca subestimes tu habilidad para sobreestimar tus habilidades |
(4)*
Distracción: Hay mucho que NO hacer en tan poco tiempo.
Aunque la frase, “Antes eran tiempos más sencillos” sea un cliché cuando se habla de la evolución y expansión de la tecnología (beneficios y consecuencias) algo es bastante claro, las reglas del juego han cambiado y las personas ahora tenemos la capacidad de estar ocupados todo el tiempo. Las distracciones han pasado a ser parte de nuestra rutina diaria.
La sobrecarga de información que recibimos del mundo exterior por medio de las redes sociales (las socialmente juradas enemigas de la productividad) es tan abrumadora y excitante, que nos hemos vuelto “esclavos de ellas”, si no cree que esto es posible piense ¿Cómo le fue la última vez que no tuvo internet o una red social en particular? Aquí hay un ejemplo
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¿Cómo dejamos de procrastinar?
Como había establecido al comienzo del artículo, el acto de la procrastinación es inherente a la naturaleza humana, del ciudadano moderno. (Link). Sin embargo existe una amplia gama de consejos, siendo los siguientes, algunos de los más útiles:
Crea listas, y tacha los ítems cuando termines:
Crea listas, y tacha los ítems cuando termines:
Método simple para cuando se quiere crear una mentalidad dirigida a la consecución de metas, la clave para el éxito de este truco reside en anotar todos los pendientes para no olvidarlos luego, e ir buscando la motivación necesaria para vaciar la lista (sin trampas).
Aunque nada remplazara el viejo y pequeño cuadernillo de apuntes, podemos sacar provecho de Las mejores aplicaciones para hacer listas (http://www.muypymes.com/2014/10/16/aplicaciones-notas)
Remueve posibles distracciones:
Puede que sea el consejo más obvio y tonto de todos, pero puede constituirse en la manera más efectiva de cortar de raíz este mal hábito. La manera más simple, es colocando el celular en silencio, y revisarlo una vez se termine con algún trabajo en particular, de esta manera estaremos disminuyendo el ritmo con que nos distraemos y empezaremos a redistribuir los tiempos de nuestro proceso durante el trabajo
Asegúrate que no sea un problema de cansancio o estrés:
Puede que no estés procrastinando gracias a las distracciones, si no, distrayéndote porque te encuentras cansado y necesitas un descanso. Si no puedes concentrarte en algo, y que además te sientes poco satisfecho con los resultados que tienes, puede que estés cansado, abrumado o un poco estresado. ¡Tómate un respiro!
(7)*
Aplica el vacío legal de la “Procrastinación productiva”
Cuando evites hacer algo que te corresponda, y te des cuenta que has caído en una distracción, intenta volcar esa distracción y hacer algo “productivo” que no sea o no esté relacionado directamente con la primera actividad que omitiste. De esta manera, no estarás “procrastinando” en todo el sentido de la palabra, si no postergando o posponiendo tu actividad, lo cual, si fue por realizar algo productivo, sería una redistribución de tu tiempo.
¿Cómo sé que estoy procrastinando?
- Tengo varios pendientes en mi lista, pero no veo razón para hacerlos ahora, aunque SERÍA RECOMENDABLE. Estás procrastinando.
- Trabajo en la industria creativa y a veces necesito hacer varias pausas para reenfocarme. No estas procrastinando, si estas pausas influyen favorablemente en tu producto final.
- He visto repetidas veces mi muro en Facebook, tengo que hacer algo, pero no puedo porque sé que algo interesante va a ser publicado. Estás procrastinando.
- Estás evitando realizar la actividad A, por pasar a la actividad B porque consideras que tendrás más tiempo y te irá mejor con la actividad A en un futuro. Estás procrastinando, PRODUCTIVAMENTE.
- Debería estudiar para un examen, pero me lo sé todo de memoria. Estás procrastinando, técnicamente.
- Llevo redactando un documento por más de 3 horas y llevo solo 200 palabras. Estás procrastinando.
- Si colocaste un asterisco, junto a un numero, mientras escribías este articulo para permitirte hacer algo completamente ineficiente. Estás procrastinando.