#Bolsillo Público
amor
Reflexión
Un poquito de mi: The Lost Weekend
jueves, marzo 31, 2016catalystxxx
Across the universe - The Beatles
Estos últimos meses han sido pobres, el bombillo de las ideas estaba apagado. No encontraba la manera para que esa inspiración e imaginación, que tanto me caracterizan, llegaran a mí. Me preguntaba lo mismo, ¿Cómo carajos no encuentro algo inherente a mi personalidad? Definitivamente… no era yo, me miraba al espejo y veía alguien viejo y desgastado. Sumándole a eso, los problemas sentimentales, académicos y laborales me agobiaban cada día.
Trataba por medio de recuerdos llegar a esa imaginación e inspiración que me caracteriza, pero por mi cabeza solo pasaban malos recuerdos, tristeza y melancolía.
Tenía charlas eternas en las madrugadas conmigo mismo, en las que me decía con resignación:
“Déjame entrar en esa sensación de que me hundo, eso quiere decir que he llegado al punto más bajo de mi existencia, así que no esperes que lleve una sonrisa de oreja a oreja, ni tampoco intentes detenerme. Era una batalla entre mi razón y lo que de verdad quería mi alma, una batalla donde la razón no pudo vencer…”
Esos días coincidieron con un viaje a otra ciudad por motivos laborales, quizás otra de las razones en las que estaba tan depresivo era la falta de descanso (cuatro años de seguido trabajando sin vacaciones). Viajar por motivos laborales no era de mi agrado, tenía que madrugar todos los días, el sol y el calor de Cartagena me desgastaban cada vez más, en las noches no dormía, esas conversaciones eternas mirando al techo me estaban matando cada día más.
El último día en Cartagena me senté en un parque al mediodía, mi mente volaba a millón. Precisamente se me viene un recuerdo, quizás agridulce….
En agosto del año pasado, mi compañero y yo salíamos de una reunión muy importante, una reunión donde todo fue un éxito, obviamente la alegría y la satisfacción de ambos se notaba en nuestras caras. Nos dirigimos a la plaza Fernández de Madrid en pleno centro histórico de Cartagena y mientras escuchaba y me reía de los chistes del Uso Carruso que contaba mi compañero, escuché a alguien tocando una guitarra, pero lo que me generó más curiosidad fue la forma como sonaba esa guitarra.
-Mierda… ¿eso es un Si menor?
-Espera… no viejo eso es un Si menor séptima... ¿Por qué suena tan extraña esa guitarra?
Sigo ese sonido que me hipnotizó hasta que llegó a la banca en la que estaba sentado en ese preciso momento mientras recordaba ese suceso.
Era un señor tocando tango y boleros, aunque no tenía la mejor técnica vocal, se le notaba la pasión de cada canto…
Mientras viajaba de Cartagena a Barranquilla mi mente seguía volando a millón con ese recuerdo de aquel agosto. Recuerdo la forma en como encaré a ese señor:
-Yo: Bonita guitarra.
-Él: Muchas gracias amigo (Se le notaba el tufo y lo ebrio que estaba), Sabes… Esta guitarra la compré en España cuando estuve en un proyecto periodístico. Es mi amante, mi compañera, mi todo.
-Yo: Si… Eso noto.
-Él: ¿Quieres tocar algo? Tienes cara de que te gusta el rock, el típico muchacho que le gustan esas bandas de los 60’s 70’s.
-Yo: Jajaja ¡no jodamos! ¿Cómo sabes eso?
-Él: Por tu estilo, esas gafas de abuela me lo dicen todo.
Empecé a tocar una canción de Sam Cooke que se llama You Send Me.
-Yo: Esta canción la conocí porque John Lennon se la dedicaba a su esposa, digamos que es una de mis favoritas.
-Él: ¿Y ya se lo dedicaste a tu novia?
-Yo: Jajaja no, todavía no, pero tengo pensado.
-Él: Que mal novio eres, ¿sabes? Mira… Te voy a enseñar un tango para que se lo dediques a tu novia, pero vamos… sigue tocando mientras me tomo esta cerveza y veo la belleza de la mujer Colombiana.
Seguí tocando, hasta que le dije…
-Mira… el motivo al que vengo no es que yo venga a tocar y a cantar. Digamos que fue la forma de como toca usted la guitarra. Ese Tango que usted tocó la forma en el que toca los acordes fue la que me llamó la atención.
En ese momento el bus para. Y el chofer dice ¡Barranquilla!
-¿No me jodas? En serio… me cortaste la concentración. Me costó volver a recordar lo que seguía.
Fui a la oficina a pasar mi carta de vacaciones…
Cuando llegué a la oficina con las botas sucias con los cordones sueltos, un sombrero estilo boy scout y con la cara insolada mirando al suelo. Me siento en mi puesto e imprimo esa deseosa y añorada carta de vacaciones.
-¿Dónde carajo la he metido? ¿Será que la habré borrado? ¡Te encontré hija de puta!
Mientras mi jefe me firmaba la carta me dijo: Toma, y entrégala a recursos humanos. Descansa que me das lástima… y ¡disfruta tus vacaciones compadre! (entre risas).
Salir ese viernes del trabajo me trajo una sensación de paz, sensación que no había sentido en meses…
Mientras iba en el taxi, sonaba en mi reproductor #9 Dream de John Lennon. Cuando escucho esa canción, recordé que él la grabó en su Lost Weekend, (Llamó The lost weekend al periodo que tuvo al separarse de su esposa temporalmente).
Me bajo del taxi, no en mi casa, si no en un bar… De ese taxi se baja alguien deprimido, cansado y con ganas de vivir la vida como la solía vivir, pero la realidad era otra… La gasolina se había acabado y tenía que recargarla… Con esa bebida especial: La Cerveza…
"Aquí empieza mi Lost weekend", me dije…
Me baje de ese taxi, con la esperanza de dejar todo atrás, de tirar por la borda todos esos sentimientos y recuerdos que me hacían daño, de colocar todo en su lugar y de quedarme con esos recuerdos y sentimientos que me ayudan a vivir.
Cuando llego a mi casa lo primero que hago es pegarme un duchazo de media hora para quitarme la borrachera que tenía encima, me recuesto a mi hamaca y empieza mi mente a recordar ese encuentro con ese señor misterioso.
-El señor extranjero de la guitarra: ¿Sabes algo? Me llena de alegría que alguien se me acerque a mí, por la forma de tocar la guitarra. El tango que te refieres es de Gardel, se llama el día que me quieras. Te lo enseñaré para que se lo toques a tu novia.
-Yo: ¡Hágale pues!
El señor empezó a cantar…
“Acaríciame en sueño y suave murmullo de tu suspirar, como ríe la vida si tus ojos negros me quieren mirar…”
Mientras estaba hipnotizado de cómo cantaba y como me enseñaba la guitarra, me suena el celular.
El señor al ver que mi celular sonaba sin parar me dice, contesta debe ser alguien que te necesita.
Al ver el celular, era mi novia de ese entonces la que me escribía, desde ese día todo cambió, la relación cambió. Fue el catalizador para que en meses se acabará todo.
-El señor extranjero de la guitarra: ¿Te pasa algo? Cambiaste de semblante….
-Yo: Con una sonrisa fingida, pero donde no podía guardar mi rabia y frustración. Le dije, me acabó de terminar y no sé porque…
- El: Oh mierda, lo siento mucho. ¿Aprendiste la canción?
-Yo: Si, mirando el celular.
En ese momento corté el recuerdo y empecé a tocar, tratar de recordar cómo tocaba esa canción ese misterioso señor.
El día que me quieras
No habrá más que armonía.
Será clara la aurora
Y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
Rumor de melodía.
Y nos darán las fuentes
Su canto de cristal.
El día que me quieras
Endulzará sus cuerdas
El pájaro cantor.
Florecerá la vida
No existirá el dolor.
Lloré, no de la tristeza, ni del mal momento en el que estaba, ni mucho menos del aquel recuerdo agridulce en el que de un momento a otro pasé de estar en la cúspide a estar en el suelo. Si no de la alegría, en ese momento recordé que ese señor tenía el dedo anular de la mano izquierda amputado. (Cosa que es muy trágica para las personas que tocan guitarra) porque le es casi imposible tocar. Me di cuenta que mientras estaba perdido en el pensamiento en el tiempo, estaba plantando una semilla en la vida, una semilla de cambio. Y el hecho de que alguien con una incapacidad te enseñe que no hay cosa imposible si no mentes incapaces, me partía más el alma. Me sentía incapaz de salir de ese hundimiento, pero el recuerdo de este señor con un dedo amputado y que tocaba la guitarra a la perfección, me hizo entender que yo puedo ser capaz de todo.
Estaba quemado y desecho, miraba los días pasar por mi ventana, pero desde ese momento yo empecé a brillar, fue el regreso del diamante loco.
Y cuando me di cuenta de eso (de lo que era capaz), entendí el significado de la vida, de sus ciclos como tal y del amor. La inspiración estaba volviendo poco a poco a partir de ese día y si ésta se manifiesta en todo momento, traerá luz a tu vida. El amor propio hace que no seas tan crítico contigo mismo cuando has decidido desprenderte de cosas, personas, hábitos; te hace respetar lo suficiente para alejarte de todo lo que ya no te hace crecer, ni como persona ni nada en lo absoluto. Seguí a mi razón y me di cuenta de las personas tóxicas que había a mi alrededor, hábitos que me hacían mal, pensamientos que me destruían y hacían mis noches eternas. Esas personas me hicieron crecer y no me culpo por ser permisivo y de brindarles algo muy importante de mi: La confianza. Al contrario estoy agradecido, porque con el agua en el cuello vi quienes estaban conmigo en las malas y a esas personas mi agradecimiento es total.
El amor propio se verá manifestado en cómo realizas tu trabajo, la manera de cómo manejas tus relaciones con amigos, en el hogar, en tus sueños, en la forma de escribir y de cómo interpretas las cosas. La inspiración, la imaginación y el amor hacen de tu vida algo más interesante.