Desde tus ojos veo el verdugo que me espera al final del tiempo, mi única esperanza, mi único recuerdo, anhelo de mi vida, salvación de morir.

Tu única oportunidad es la noche, nuestra única oportunidad es la muerte, la sangre es solo un pequeño requisito; acabemos con esto de una buena vez para dar a los cuervos un festín, acabemos esta vida con un pacto de sangre para retornar en la eternidad del vacío.

Ten presente que volveremos a la montaña, al Frío bosque a escuchar el crujido de las hojas muertas, que al soplar el viento cantan, el silbido de los pájaros tristes que se consuelan con tu llegada; a través de este papel que has de leer, tan blanco como tú, pero a la vez las negras letras que tus ojos revolotean, son como una huida hacia la eternidad que solo entiendes tú.

Solo sé y tú sabes que esta distancia que habita entre nosotros solo es un pensamiento vacío y sin luz porque te tengo cerca, el tiempo entre nosotros es solo una fantasía que cambia a medida que nos pensamos.

Esta tortura que me das, es mi única oportunidad de tenerte ya que así me lo permites, solo espero caminar contigo en medio del bosque… tú tienes en mí tu vida, yo tengo en ti tu vida, en tus ojos plasmas mis tristezas, mis deseos, mis sueños; retira de mí esta prisión del olvido de esperar tanto y anhelar lo que jamás he podido.

He cortado con mis tijeras las alegrías que no han servido, las que no has podido vencer, las mentiras que se creen verdad, solo la oscuridad y un poco de soledad moldean nuestra alma, junto a la melodía de un violín y las cuerdas que se tocan en un rincón sin esperanza, sin deseos de vivir, con melancolía ¿acaso todo en la vida es la felicidad? No, es solo un espejismo que nos llega de vez en cuando.

Tú mi corazón, puedes llenar ese vacío para que oscurezca mi alma, hay tanto color que me ciega, me embriaga, me aturde los oídos, la vida merece de una luna como tú, una diosa como tú, una diosa sin nombre, sin castigos.