Aquella tarde de abundante, falsa y eufórica felicidad, pensé en ti, como solía
Hacerlo siempre hasta no poder, todo lo explique en llanto… Aquella tarde de tan
Felicidad anhelada y cargada de polvo, de polvo de lo artificial.

Regueros de corazones rotos, mentes voladas con la escopeta del olvido, momentos de
Psicodelia, con momentos de conciencia, aroma pupura de la vida… primer papel de
mi vida, tu, eternidad limitada.

El café de aquella tarde, súbito, caliente; al tomar el primer sorbo, pensé en ti.
Recuerdos color cielo, pasaron unos minutos y la tierra giro, de nuevo volví a pensar en ti.
Recuerdos color naranja purpura, color tristeza del cielo que admiro, rebeldía de un
Amor único, sumergidos en el desenfreno siendo dos, fuimos uno.

Tristeza de mi alma, tristeza de mi vida ¿cómo hago para olvidarte si tu amor me
Asfixia?

Ahogare mis penas en el whisky que destila el sudor de tu alma, sabor a nostalgia en la
Lluvia del comienzo del día, gotas de agua que al caer rompen en amor, tristeza,
Hipocresía. En un tono gris verdoso, porque nuestro amor fue como el mar…

Mar compartido, un fondo al principio, pero recuerdo y son los efectos del whisky.
Momentos de lluvia, pasión, lujuria, que transbordo el dolor a la sangre a mi corazón,
Latidos rápidos, aceleración; el eco de las cuerdas hacen fricción con la melancólica,
Electrónica, tétrica, música de la imaginación.

Disparos de otras dimensiones, a las que me sumerges tú… con esto me despido de ti,
Porque la tarde acabo, tu amor anocheció y el viaje terminó.

Enviado por Bryan Cervantes para Lo Saqué Del Bolsillo
Encuéntralo escribiendo a bradabuce@gmail.com

Fotografía:
Laura Gil.