Terminar una relación es quizás el golpe más duro a la inocencia de los sentimientos, todo por creer que en el amor todo es como una canción en la que ella o él es la dulce melodía que complementa las más hermosas frases de amor, para que la relación sea la mejor de todas.
Esto no es un artículo que habla de que al final de una relación quedan lágrimas cuando se acaba todo, por el contrario, esto va reflejado en lo que al final lo fue para mi, al final me siento muy bien y esto seguido es sarcasmo, por que los amigos son de vital importancia, debí hacerle caso a mis mejores amigos, pero por andar de idiota le creí a ella, le creí que podía confiar en ella, ya que es la clave de una relación, siempre he sido escéptico en todo y hasta hace poco me dije “Es hora, es hora de que tengas la oportunidad de amar”. ¿Amor? Jamás había dicho esa palabra antes, pero la dije a la persona equivocada, pues soy un tipo diferente al hombre que se acostumbra a decirle eso a una mujer solo porque sí, porque no lo necesito. Sin embargo, yo pensando en los grandes valores aprendidos y siendo “la persona que una sociedad necesita” me doy cuenta de algo: la sociedad está tan dañada, sólo unos pocos dicen tener refugio en Dios pero es precisamente ese refugio el que saca lo que de verdad importa para ellos: su egoísmo, su arrogancia y codicia por sentirse mejores que los demás, esos mismos “refugiados en Dios” que separan a las personas de aquello que más quieren, pero mucho cuidado, soy una persona que cree en Dios y no se refugia en Dios, yo busco en Dios la fortaleza diaria y que deja que la práctica de las acciones cumpla con los propósitos dictados para vivir en armonía con el entorno.
Lo que pude comprender gracias a una desilusión amorosa, en donde jugué el papel de darlo todo, dejar de hacer cosas que pudieran poner en peligro la relación y como muchos que se sentirán identificados: lo mejor es darse un tiempo para re-definir metas nuevas, conocer nuestra máxima capacidad para superar nuestros logros. Conocí una nueva faceta mía y es que seré una gran persona para aquella que llegue y caiga nuevamente enamorado, no será por ratos y, sé que también seré el formador de una gran familia.
La “tusa” sigue vigente
Los primeros días de tusa son terribles para todos, sin embargo se superan poco a poco. Jamás busquen a otra persona para que le ayude a pasar la tusa, eso sería jugar con los sentimientos del otro, ilusionarlo y entonces seguirá la cadena destructora de sentimientos. Los amigos son el mejor apoyo incondicional, con ellos puedes tener los mejores momentos porque ellos sí conocen cómo eres y saben de tu valor como persona.
Odiar a la persona
No está bien odiar a la persona, independientemente si hubo problemas fuertes. "Quien perdona vive feliz", eso lo escuchamos a diario, desde muchos ángulos y perspectivas, pero en parte tiene razón: entre más odies a la persona y más sigas pensándole nunca olvidarás lo ocurrido y te seguirá el fantasma del desamor a tal punto que lo mínimo que veas en una nueva persona que te recuerde a quien más odias te hará terminar con posibles relaciones. Debemos saber y tener claro que si bien hay daños que dejan tan marcados a las personas que las hacen cambiar, ahí está la clave: en el cambio, al terminar todo, se esperan que los cambios en la vida sean para mejorar y jamás para retroceder, es mejor tener presente que solo tenemos una vida y que una sola vida es suficiente para hacer todo lo que queremos. Constantemente se está avanzando y al igual que el tiempo, que no se detiene, tampoco podemos detenernos nosotros.
Nunca existió
A veces nos cuesta creer cómo una persona es capaz de reprimir todo lo que se vivió, se sintió. Si hay algo que no podemos hacer es engañar al corazón después de una ruptura, por más fuerte que seamos jamás hay que cerrar nuestros sentimientos.
Los primeros amores son inolvidables, después si tienes un nuevo amor se te hará memorable... Si ya tienes uno, que haz que sea para siempre.
Las esperanzas efímeras
Cada vez que nos encontramos de frente a un recuerdo buscamos la forma de estar nuevamente con esa persona, nos partimos la manera para comunicarnos una vez más, nos humillamos frente a frente sólo para decir de la forma más patética “solo quería saber como estabas”, porque cuando se ama a alguien de verdad no nos importa el hecho de perder el orgullo ni mucho menos el que pasemos por idiotas.
Sólo queda decir: si te vas a volver a enamorar primero enamórate de ti mismo, enamórate de tu familia, enamórate de tu vida, enamórate de tu profesión y de tus estudios, para que al momento en que decidas enamorarte de otra persona no se te haga difícil terminar la relación y tengas la fortaleza necesaria para salir adelante y hacer sentir a muchas personas que realmente te quieren, orgullosos de tenerte como amigo y como un miembro preciado de la familia.
Sólo queda decir: si te vas a volver a enamorar primero enamórate de ti mismo, enamórate de tu familia, enamórate de tu vida, enamórate de tu profesión y de tus estudios, para que al momento en que decidas enamorarte de otra persona no se te haga difícil terminar la relación y tengas la fortaleza necesaria para salir adelante y hacer sentir a muchas personas que realmente te quieren, orgullosos de tenerte como amigo y como un miembro preciado de la familia.
Enviado por Moisés Martinez para Lo Saqué Del Bolsillo.
Encuentralo en fb.com/moses.marti
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