En plena época de la copa América y tras la derrota de la selección, sale a relucir un fenómeno que yo llamo "EL BUEN COLOMBIANO", cuyo comportamiento se puede reflejar en la siguiente imagen:
El buen colombiano saca su casta pseudonacionalista (patriotera) e insulta a los hermanos del vecino país, sin saber que tenemos los mercados arrebatados de harina y papel higiénico, pero vivimos en la plena miseria y con unos sueldos que dan ganas de llorar. Además de eso, critica la situación de otros países vecinos sin saber que todavía estamos anclados en el subdesarrollo, como por ejemplo:
"Barranquilla florece para todos" |
"Comunas de la ciudad de la eterna primavera" |
"La Atenas sudamericana" |
"La sultana del Valle" |
El buen Colombiano dice: El Gobierno nos roba con sus impuestos, pero yo me cuelo en Transmilenio, Transmetro, MIO, etc... En forma de protesta por todo lo que nos roba. Lo que no sabe el buen colombiano es que esos impuestos le pueden colaborar con el estudio a alguien que lo necesite y que el SISBEN que tiene y la plata que le dan en Familias en Acción, viene de los impuestos que paga.
El buen colombiano tiene mala memoria cuando son elecciones, sigue votando por los mismos candidatos condenando así su destino.
El buen colombiano es doble moralista: Quiere políticos serios, pero quiere que le regalen; dice que tiene códigos de ética y prefiere una mujer casta y pura, pero que la del vecino esté buena y accesible; quiere que la fuerza pública imponga el orden, pero quiere una que le colabore y le haga el favorcito; el buen colombiano detesta la adopción entre parejas del mismo sexo, pero no responde por los hijos que dejó afuera del matrimonio.
El buen colombiano es perezoso y facilista, estudia para el momento. Estudia porque la carrera da plata o estudia “algo breve” para ganarse un miserable sueldo, que en el momento piensa que es mucho. Un buen colombiano, sólo espera un fin de semana para ir a farrear, mas no para estar en familia o dedicarle tiempo a cosas sanas. El buen colombiano no se esfuerza y tiene malos hábitos, impone su ley sin importar el bienestar de los demás (el vivo come del bobo), haciéndolo más pobre, hasta que llegan las elecciones y vende su voto, pero el candidato que elige termina robándose el dinero de todos, haciéndolo más pobre y miserable a él y a los demás.
El buen colombiano quiere vivir del asistencialismo del estado para criticarlo, quiere que le regalen cirugías que no son vitales o acaparar recursos que son públicos, quiere tomarse esos bienes públicos para su beneficio personal. El buen colombiano vive dedicado a esperar que le caiga plata por obra y gracia del espíritu santo en lugar de trabajar, es por eso que en Colombia el crimen es rentable.
El buen colombiano confunde Patrioterismo con Patriotismo y nacionalismo, piensa que lo propio del país o región al que pertenece es lo mejor en cualquier aspecto; cree que tiene oro, pero en realidad no tiene nada; vive desinformado y repite como loro lo que dicen los medios.
El buen colombiano no sabe su historia y lleva la violencia en la sangre, solo basta con acordarles de que no llevamos cincuenta años de guerra si no que llevamos dos siglos en guerra:
- Guerra entre Centralistas y Federalistas: 1812.
- Guerra de los supremos: 1841.
- Guerra civiles de Nueva Granada: 1851 hasta 1895.
- Guerra de los Mil Días: 1899 1902.
- La violencia: 1930 1948.
- Conflicto Armado FARC, ELN, AUC, ESTADO: 1960 hasta la actualidad.
La frase favorita del buen colombiano es: todo el mundo nos tiene envidia, somos los mejores o los buenos somos más; lo que no sabe el buen colombiano es que:
- Somos unos de los países con más desigualdad en el mundo (Puesto 12).
- Últimos puestos en las pruebas Pisa.
- Uno de los países más violentos.
- Puesto 78 entre los países más corruptos del mundo.
Cuando se trata de reinados, premios y triunfos deportivos el buen colombiano dice: Nosotros, montándose en el bus de la victoria, pero cuando se trata de delincuencia o algo que manche el buen nombre del país, dice: ellos.
El buen colombiano arregla las cosas a las malas, con machete y puñal, es regionalista y si algo le sobra al buen colombiano (además de la homofobia y la camándula) es el cinismo y la bravuconería.
Como buenos colombianos nos burlamos del presidente de al lado porque hizo otra payasada más, pero elegimos a un pusilánime como presidente y a un paramilitar como senador: cerebro de los falsos positivos y de las falsas desmovilizaciones.
El término “mal colombiano” es: No Admirar a Falcao, James, Diomedes, o el vallenatero Silvestre Dangond; no ponerse la camiseta de la selección Colombia es traición a la patria y el no aplaudir el himno nacional es una falta de respeto. El término del “mal colombiano” se refiere a aquel que habla mal del gobierno y de los pecados sociales que comete el buen colombiano.
El mal colombiano no es nacionalista ni mucho menos patriotero, pero ama su tierra, no es doble moralista, quiere un cambio, quiere paz, estudia para servirle a la sociedad, no quiere repetir la misma historia de su país para generaciones futuras, sabe que las cosas no se consiguen fácilmente y lucha por ellas.
Si queremos un cambio, debemos dejar de ser como estos "buenos colombianos"
Por último, un buen colombiano que se respete no supera el gol anulado de Yepes.
Enviado por Catalystxxx para Lo Saqué Del Bolsillo.
1 comentarios
Agreguemos también que vamos de últimos en los objetivos del milenio y tenemos una baja tasa en cuanto al desarrollo sostenible.
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