Niños fabricados

viernes, marzo 06, 2015Unknown

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La técnica del préstamo de vientre saltó a la opinión pública hace unos años cuando se supo que Ricky Martín acudiría a esta técnica para poder ser padre, después de su auto-reconocimiento como homosexual; además de ello la adopción también es un tema muy sonado y debatido por todo tipo de legisladores en el mundo. De la donación de óvulos, sin embargo, se habla poco y se desconoce mucho; y ya que estamos en la era de la transformación de principios morales y éticos para hacer frente a temas tan polémicos, le invito a continuar leyendo para informarse un poco y reflexionar acerca del tema. La donación de óvulos consiste en la maduración de las células reproductoras femeninas (ovocitos) hasta convertirlas en células aptas para la fecundación (óvulos) mediante fármacos. La donante debe someterse a una serie de exámenes médicos que determinen su estado de salud y que descarten el posible contagio de enfermedades. Normalmente el organismo femenino solo llega a madurar un ovocito, pero mediante esta técnica se procura que el organismo produzca varios óvulos a través de un estricto régimen de cuidados, ecografías y análisis hormonales. La fecundación del óvulo se realiza mediante técnicas de laboratorio como la fecundación in vitro o la inyección de un espermatozoide al óvulo, el cual puede provenir de la pareja sentimental de la mujer receptora. Después de finalizado el proceso, el óvulo fecundado es introducido en el vientre de la futura madre y los datos de la donante resultan completamente anónimos para la familia receptora.

El primer proceso de donación de un óvulo se realizó en el año 1983 por el Centro Médico Harbor bajo la dirección de la Escuela de Medicina de Los Ángeles, California en Estados Unidos, cuyo resultado fue el nacimiento de un bebé el 3 de febrero de 1984.

IMPLICACIONES LEGALES

A pesar de que la donación de óvulos, espermatozoides y el préstamo de vientre no son prácticas penalizadas, se asume como delito el hecho de “comercializar con seres humanos o partes humanas”. Esto contrasta con el hecho de que muchas mujeres son remuneradas económicamente por los centros de recepción de donantes, incluso en la web muchas mujeres manifiestan haber sido ofertadas con ciertas cantidades de dinero por sus óvulos y algunas expresan a manera de oferta su deseo de ser donantes, incluyendo una justificación y sus características físicas con el fin de captar a los interesados más rápidamente.

Sin embargo el Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad CECOLFES manifiesta a través de su portal web que el acto de la donación de óvulos es un proceso completamente altruista y desinteresado. La razón por la cual este tipo de instituciones justifican los pagos realizados a las donantes son las constantes visitas médicas (diarias), los procedimientos que deben realizarse y las complicaciones físicas que puedan surgir durante el tratamiento, más no propiamente por la entrega del óvulo; por lo cual dichas cantidades no están reguladas por la ley.

OPINIONES

Alana, una joven escritora y músico de San Francisco realizó bajo su propia iniciativa el lanzamiento de una plataforma mediante la cual padres, madres e hijos nacidos bajo los procedimientos de donación de esperma y óvulos y alquiler de vientre, son capaces de contar su experiencia de vida. Como ella misma expresa en la presentación de la web:

“El proyecto Anonymous Us es un lugar para compartir de forma segura y honesta las experiencias de quienes de forma voluntaria e involuntaria han sido partícipes de los nuevos métodos de reproducción que ofrece la ciencia, procurando preservar la dignidad y la intimidad de quienes deciden compartir sus historias, así como de sus seres queridos”

Entre las diversas experiencias, desde niños con un núcleo familiar homoparental hasta personas que manifiestan su incertidumbre al momento de saber que fueron concebidos bajo estos procedimientos, existen diversos factores que afectan la opinión: por supuesto es un campo polarizado entre quienes están de acuerdo y quienes no, hay historias bastante agresivas y otras más bien conformes. La constante en todas estas historias es el deseo de conocer su procedencia genética como medio para entenderse a sí mismos. Lo importante al hacer frente a este tipo de temas y adoptar una posición crítica es no generalizar.

Estos procedimientos de concepción ponen sobre la mesa un problema semántico, a parte de los conflictos de identidad y dignidad: se habla de la diferencia entre padres biológicos y padres genéticos, que aunque parezca contradictorio, resulta necesario analizar y re-enfocar. Existen en la web diversas plataformas que abordan este tema, uno de ellos es Camino Católico, en donde plantean el siguiente interrogante: ¿Hacer felices a papá o mamá es argumento suficiente para fabricar un niño?...

Si bien como dije anteriormente las opiniones se ven afectadas por diversos factores, quiero enfocarme en el sentido de esta frase. El sociólogo polaco Zygmunt Baumant expresa en su libro Amor líquido una serie de postulados según los cuales los vínculos afectivos (sin discriminar consanguinidad ni unión romántica) son cada vez más superficiales, trayendo a colación la situación de las familias campesinas antes de la Revolución industrial, en donde un mayor número de hijos era sinónimo de mayor productividad en las tareas de cultivo, así como una representación del orgullo y la perpetuidad del apellido, por lo cual entre mayor descendencia se tuviera, mejor.

Como vestigio de esta forma de entender la descendencia, actualmente en los países en vías de desarrollo la concepción de los hijos por parte de las mujeres es aún algo casi indispensable, tanto así que por razones de tipo socioculturales, las mujeres que deciden no tener hijos dentro de estos entornos son catalogadas con palabras despectivas y se aluden todas sus malas experiencias y hasta sus estados de ánimo a la decisión de no haber sido madre.

Más de uno habremos escuchado la afirmación de algunos abuelos “yo mantuve a mis hijos, así que ellos me mantienen a mí ahora” o la de algunos adultos refiriéndose a la maternidad: “realizarse como madre es la alegría más grande de una mujer”… Analizando estas afirmaciones, concebir un hijo es visto de una u otra forma como un trueque de tipo económico y/o afectivo: se cría a un hijo para que retribuya la inversión que se hizo en él y/o para que las necesidades afectivas de los padres sean satisfechas.

En el diccionario de la Real Academia Española la 4ta. Definición de Fabricar expone: hacer, disponer o inventar algo no material. ¿Entonces, dejando de lado los sentimentalismos, básica y semánticamente no seríamos todos niños fabricados? Por métodos científicos o que la naturaleza proporciona, pero fabricados al fin y al cabo, con un proceso y un objetivo.

Fuentes